El lavandero Víctor Saad, quien aparece en un expediente municipal como la persona que cobró cheques de la empresa Basualdo SA, decidió ventilar todo lo que sabe ante el fiscal penal de la V Nominación, Washington Navarro Dávila.
Ayer por la mañana, el abogado del lavandero, Pablo Caram, presentó un escrito ante el funcionario judicial que investiga la presunta existencia de una organización destinada al cobro de tributos que no ingresaron a las arcas municipales. En un documento de cuatro fojas, Saad describió cómo fue la maniobra para cobrar los cheques de la firma mayorista en su cuenta del banco HSBC, y comprometió a José Luis López, uno de los inspectores de la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental (Dipsa), quien además sería dueño de un lavadero industrial que funciona en Maipú al 2.200.
Hace una semana, Saad había expresado ante LA GACETA que había cobrado el cheque porque le hizo "una gauchada" a un amigo. En el documento que presentó ante Navarro Dávila, el lavandero no sólo ratificó los dichos vertidos a este diario sino que, además, vinculó directamente a López con la presunta maniobra destinada a desviar cheques.
Al inicio del escrito, Saad cuenta que en 2009 inició su actividad comercial junto al inspector López y a Daniel Abarza (sería familiar de un asesor legal de la Dipsa, según las sospechas del fiscal). Relata que ese año aportó la suma de $ 10.000 para integrarse a la sociedad comercial -un lavadero de ropa- constituida por López y Abarza. "Al cabo de unos meses me tuve que inscribir en la AFIP para poder facturar. Entonces abrí, en 2010, una cuenta corriente (ver facsímil) en el banco HSBC (Nº 0523273664), en la cual realicé algunos pequeños depósitos para el mantenimiento de la cuenta. (...) En 2010 me fundí comercialmente. Entregué todo y me fui a lavar a mi domicilio particular", explica Saad. Seguidamente, el comerciante cuenta que Abarza lo invitó a que llevara sus clientes al lavadero que este compartía con López en Maipú al 2.200. "Lamentablemente volvieron los problemas económicos y volví a estar mal económicamente. En una oportunidad se presentaron Abarza y López y me consultaron si todavía tenía abierta mi cuenta corriente en el banco HSBC. Al saber que mi cuenta estaba activa, José López me pidió que le haga una gauchada, una atención. Me dijo si le podía depositar un cheque en la cuenta y le dije que sí, que no había problemas. Nos encontramos en un bar y José López me entregó un sobre (papel) madera", expuso Saad. El lavandero narra que López le explicó que se trataba de un cheque "no a la orden", y que, por este motivo, debía depositarlo en su cuenta, presentando una cesión que había realizado la Municipalidad a su nombre. "Entonces me fui hasta el cajero, este me hizo firmar ese papel que ya estaba lleno, pero con puntos suspensivos, y allí tuve que poner mi nombre. El cajero me dijo que en 48 horas se acreditaba el dinero. Me entregaron un recibo de depósito que entregué a López ese día en un billar. Esta situación se repitió tres veces más. En esas oportunidades, yo salía del banco y López me esperaba en la camioneta y le entregaba todo el dinero", detalló. Al ser consultado, el letrado Caram dijo que cuenta con documentación respaldatoria para comprobar la inocencia de Saad. "Llegaremos hasta las últimas consecuencias para demostrar su inocencia", sostuvo el letrado.
Ahora, Navarro Dávila deberá considerar si resuelve citar a declarar al inspector López, quien actualmente trabaja en la Dirección de Higiene Urbana.
Las anécdotas de Víctor Saad
Taco, tiza y pizarrón.- "En mis pasatiempos era un asiduo concurrente de un billar. En una de esas oportunidades me encontré con Daniel Abarza. Le comenté que estaba cansado de esa penosa situación que se había tornado insostenible. A Abarza lo conozco desde la época en que trabajábamos en una AFJP".
El trajeado inspector López.- "Por la confianza que yo tenía con el señor Abarza, me permitió que yo realizara el lavado de ropa en el lugar alquilado de calle Maipú. Durante este tiempo, en reiteradas oportunidades se hacía presente el señor José Luis López y nos saludábamos. Recuerdo que siempre vestía de traje".